Hablar con claridad es utilizar un lenguaje sencillo y cotidiano y estructurar los pensamientos de forma lógica. Es ser conciso y hablar a una velocidad y volumen que sean fáciles de entender, y tener una pronunciación clara. No dé por sentado que está siendo claro, asegúrese de que lo está siendo. En este curso, la psicóloga Eve Ash da consejos muy poderosos.