La neurodiversidad se refiere a las diferencias neurológicas o neurovariaciones como el autismo, el TDAH, el síndrome de Tourette o la dislexia, entre otras. Sin embargo, de manera más general, describe a alguien cuyo cerebro procesa la información de manera diferente a los individuos neurotípicos. Aproximadamente 1 de cada 5 personas es neurodivergente. Muchas personas neurodivergentes tienen habilidades extraordinarias que pueden aprovecharse y valorarse en un entorno inclusivo con una contratación y formación adecuadas, y con directivos y equipos que les apoyen.